El Aprendizaje Experiencial es una metodología poderosa, inspirada en el Constructivismo, que transforma el conocimiento en experiencia viva. Basamos este enfoque en la reflexión desde el hacer, conectando acciones con emociones y aprendizajes tangibles. Contextualizamos las realidades de cada equipo de trabajo, guiando los procesos hacia aprendizajes individuales y colectivos, abriendo camino a la construcción progresiva de Equipos de Alto Desempeño. Todo ello en entornos que combinan creatividad, dinamismo e interacción, donde el aprendizaje se disfruta y, al ser llevado al plano consciente, se traduce en acciones inmediatas y en compromisos de transformación sostenible.
El Aprendizaje Experiencial es una metodología participativa que venimos abanderando con pasión desde hace casi cuatro décadas en el campo del Desarrollo Organizacional. Basada en la Teoría del Constructivismo, esta poderosa metodología ha conquistado al mundo educativo más innovador y al ámbito corporativo global. ¿Su esencia? Al conocimiento se le suman el hacer, las emociones y las reflexiones. Emociones como alegría, confianza, sorpresa, atención, motivación, placer (lúdica) y recompensa se combinan con el pensamiento crítico para transformar experiencias en reflexiones profundas y convertirlas en acciones dirigidas a objetivos concretos y resultados sostenibles.
De esta evolución nace el x-learning, un modelo que integra los procesos de e-learning y b-learning (blended learning), teniendo como núcleo el Aprendizaje Experiencial. El x-learning potencia los PEA (procesos de enseñanza-aprendizaje) adaptándolos a entornos virtuales sin perder la magia, la energía y el poder transformador de la experiencia vivencial. Incorporamos el Debriefing como técnica de reflexión estructurada, sumando tecnologías educativas (TIC), aprendizaje heurístico, metacognición y la creación de entornos personalizados de aprendizaje (PLE).
Todo esto lo hacemos integrando principios de Andragogía, Paragogía y Heutagogía, tejiendo aprendizajes memorables desde el Constructivismo y el Conectivismo. Estas experiencias no solo transforman personas, también potencian organizaciones enteras, tanto en nuestros programas de formación de formadores online como en la certificación presencial de facilitadores.
El Debriefing es la técnica que nos permite transformar hechos y emociones en profundas reflexiones, para desde ellas, generar aprendizajes significativos y compromisos de acción que trascienden en la vida profesional y personal.
En nuestra organización implementamos los procesos de formación basándonos en los Ciclos de Aprendizaje propuestos por David Kolb y Kurt Hahn, integrándolos con nuestra propia propuesta: el Modelo de Debriefing de los 4 Elementos, diseñado para potenciar la reflexión y la transferencia efectiva de aprendizajes.
Es común confundir el Aprendizaje Experiencial (APRENEX) con la mera ejecución de Dinámicas de Grupos, ya sean presenciales u online. Aunque las dinámicas representan un valioso recurso al incorporar la lúdica en el proceso, por sí solas, si no están articuladas a objetivos claros, no garantizan aprendizajes significativos. Para que la experiencia trascienda y genere impacto real, el Facilitador debe conducir un Debriefing técnicamente estructurado, conectando la vivencia con las reflexiones que provocan la interiorización del aprendizaje.
La trayectoria del Aprendizaje Experiencial ha demostrado que el aprendizaje es más efectivo cuando se adquiere a través de experiencias vivenciales y descubrimientos personales, fundamentados en el Constructivismo y, en tiempos recientes, enriquecidos por el Conectivismo, una teoría de aprendizaje adaptada a la era digital, impulsada por los aportes de Siemens y Downes.
El Aprendizaje Experiencial es una metodología participativa que nace con los aportes visionarios de John Dewey en 1938. Desde hace 37 años hemos abanderado su aplicación en el Desarrollo Organizacional, consolidándola como una herramienta poderosa que, basada en la Teoría del Constructivismo, ha conquistado tanto el ámbito educativo de vanguardia como el corporativo a nivel global. Este enfoque trasciende el simple conocimiento, integrando el hacer, las emociones y la reflexión como motores del aprendizaje. Emociones como la alegría, la confianza, la sorpresa, la atención, la motivación, el placer (lúdica) y la recompensa, junto al desarrollo del pensamiento crítico, se entrelazan para provocar reflexiones profundas que transforman las vivencias en acciones dirigidas a resultados concretos.
El x-learning es nuestra evolución metodológica que adapta los principios del Aprendizaje Experiencial a los entornos e-learning y b-learning (blended learning), potenciando los PEA (Procesos Enseñanza-Aprendizaje). Este modelo mantiene la magia y el impacto del aprendizaje vivencial, enriquecido con el Debriefing, el uso de TIC, técnicas de Aprendizaje Heurístico y prácticas de Metacognición. Fomentamos la creación de un PLE (Personal Learning Environment), incorporando principios de Andragogía, Paragogía y Heutagogía. Así, basados en el Constructivismo y el Conectivismo, diseñamos experiencias memorables que impulsan un Aprendizaje Significativo, aplicado en programas corporativos, talleres, cursos, la formación de formadores online y la certificación de facilitadores presenciales.
Evaluar el verdadero impacto de una capacitación es tan importante como su diseño. El Modelo Kirkpatrick nos ofrece una herramienta poderosa para analizar objetivamente cuánto han aprendido los participantes, qué tanto han interiorizado y cómo estos aprendizajes se traducen en resultados reales. Este modelo, reconocido mundialmente, estructura la evaluación en cuatro niveles progresivos.
El Modelo Kirkpatrick se fundamenta en cuatro dimensiones clave: Reacción, Aprendizaje, Comportamiento y Resultados.
Este primer nivel nos revela la experiencia vivida por los participantes: ¿cómo percibieron el programa? ¿Se sintieron motivados, comprometidos, inspirados? Evaluar la reacción nos ofrece una brújula inmediata para identificar aciertos, detectar oportunidades de mejora y, sobre todo, asegurar que cada sesión haya dejado una huella positiva, facilitando la apertura al aprendizaje.
El segundo nivel se centra en medir lo que los aprendices efectivamente han aprendido. En este Nivel 2 también medimos lo que consideran que podrán hacer de manera diferente como resultado, qué tan seguros están de que pueden hacerlo y qué tan motivados están para hacer los cambios.
Este tercer nivel nos ayuda a comprender qué tan bien las personas aplican su formación; nos puede revelar, además, dónde las personas pueden necesitar apoyo. Es importante destacar que el comportamiento sólo puede cambiar cuando existen condiciones favorables para lograrlo.
En este cuarto nivel, analizamos los resultados finales del proceso formativo, del proceso de capacitación. Este Nivel 4 incluye los resultados que consideramos son buenos para nuestro negocio y buenos para los integrantes de la organización en el proceso de formación, resultados que pueden evidenciar un buen Retorno sobre la Inversión (ROI). Será este el punto de partida para calcular el ROI.
Implementaremos junto a ustedes el Modelo de Kirkpatrick declarando primero los Resultados que queremos alcanzar desde el CO-DESIGN, para luego desarrollar la capacitación o proceso formativo. De esta manera priorizaremos los objetivos de la formación al visualizar las metas a alcanzar y trazar la ruta para ello. El ROI podrá ser evidenciado partiendo de indicadores preliminares o bien sea para iniciar obteniendo con la intervención, los primeros indicadores.
La Capacitación debe ser considerada como una actividad sistemática, planificada y permanente, cuyo propósito general debe encaminarse a preparar, desarrollar e integrar al Talento Humano al proceso productivo, mediante la entrega de conocimientos, desarrollo de habilidades y actitudes necesarias para mejorar sus competencias orientadas hacia el mejor desempeño de todos los colaboradores en los diversos niveles jerárquicos y posiciones, en sus actuales y futuros cargos, y adaptarlos a las exigencias cambiantes del entorno y del momento.
La DNC | Detección de Necesidades de Capacitación o Diagnóstico de Necesidades de Capacitación, es el proceso orientado a la estructuración y desarrollo de planes y programas para el establecimiento y fortalecimiento de conocimientos, habilidades o actitudes en los participantes de una organización, con la finalidad de contribuir en el logro de los objetivos corporativos y personales.
La capacitación no debe ser considerada como "parche" a situaciones actuales para arreglarlas momentáneamente, sino un proceso formativo que mantenga continuidad en el tiempo, que más allá de informar y formar, permita transformar a las personas en su desarrollo mediante la instalación de las competencias requeridas para el resultado esperado. Para ello seguimos la siguiente ruta:
« Por los sueños, suspiramos; por las metas, transpiramos; por los logros, respiramos. »